Marian Gil | Psicología | Disfunciones sexuales
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DISFUNCIONES SEXUALES

Terapia para las Disfunciones Sexuales en Marian Gil Psicología Zaragoza

En nuestra consulta de psicología situada en pleno centro de Zaragoza ofrecemos asesoramiento y tratamiento para superar las disfunciones sexuales.

¿Qué son los trastornos sexuales?

Generalmente se considera que la actividad sexual es algo natural pero muchas personas no pueden llevar a cabo sus relaciones sexuales tal como les gustaría por problemas fisiológicos o psicológicos, lo cual les dificulta disfrutar satisfactoriamente de la sexualidad.

Los trastornos o disfunciones sexuales son alteraciones en el funcionamiento sexual normal o en la capacidad de sentir placer. Se caracterizan por problemas en alguna de las distintas fases de la respuesta sexual (en el deseo, en la excitación o en el orgasmo) o por dolor durante el coito. Generan malestar significativo en la persona, pudiendo afectar a su vida sexual, a su autoestima y a su relación de pareja.

Las disfunciones sexuales pueden ser:

De por vida: el problema sexual está presente desde las primeras experiencias sexuales.

Adquirida: los problemas sexuales aparecen tras un periodo de actividad sexual relativamente normal.

Situacional: las alteraciones sexuales sólo ocurren ante ciertas situaciones, por ejemplo ante una pareja específica o solamente durante el coito.

Generalizada: las dificultades sexuales no se limitan a ciertos tipos de estimulación, situación o pareja. Se presentan en todas las ocasiones.

Es importante destacar que los problemas sexuales tienen una connotación social y cultural importante. No existe un criterio único acerca de lo que constituye un funcionamiento sexual “normal”, y lo que en un grupo social o época puede verse como un comportamiento sexual aceptable, en otros puede ser estimado como patológico. Así pues, la consideración que uno haga de su actividad sexual como problemática dependerá de las expectativas sociales, culturales e individuales, e incluso también de las discrepancias entre las demandas de los dos miembros de la pareja.

 

¿Cuáles son los trastornos sexuales más habituales?

– Disfunciones sexuales femeninas:

  • Trastorno del interés/excitación sexual femenino: ausencia o bajo nivel de deseo e interés sexual. La persona que lo padece presenta en la mayor parte de ocasiones una disminución o ausencia de pensamientos y fantasías sexuales, y escaso o nula excitación o placer durante la actividad sexual, lo que conlleva que esté menos receptiva a iniciar o mantener relaciones sexuales.
  • Trastorno orgásmico femenino: Denominado también anorgasmia es la infrecuencia o ausencia del orgasmo, así como también el retraso excesivo del mismo o la reducción de la intensidad de las sensaciones orgásmicas, habiéndose producido una estimulación adecuada y suficiente.
  • Trastorno de dolor coital/vaginismo: dificultades persistentes en la penetración durante las relaciones sexuales causadas por dolor genital (al inicio, durante o después de la relación sexual) y por tensión de la musculatura vaginal. Dicha contracción muscular involuntaria puede impedir realizar el coito, introducir tampones o realizar exploraciones ginecológicas.

– Disfunciones sexuales masculinas:

  • Trastorno del deseo sexual hipoactivo en el varón: reducción o ausencia de deseo de actividad sexual y de pensamientos o fantasías sexuales, teniendo en cuenta que existen factores, en el contexto vital del individuo, que pueden afectar al funcionamiento sexual.
  • Disfunción eréctil: dificultad persistente para conseguir o mantener la erección suficiente que permita el desarrollo de una relación sexual satisfactoria.
  • Eyaculación precoz o prematura: patrón recurrente de eyaculación tras una estimulación sexual mínima y que tiene lugar antes o poco tiempo después de la penetración, y antes de que la persona lo desee.
  • Eyaculación retardada: retraso o ausencia de la eyaculación tras una estimulación sexual adecuada y teniendo el individuo deseo de eyacular.

¿Cuáles son las causas?

Los problemas sexuales se producen por factores psicológicos, orgánicos o por la interacción de ambos. Aunque en algunos trastornos sexuales son determinantes ciertos trastornos orgánicos (diabetes, hipertensión, trastornos medulares, etc.), el consumo de ciertas sustancias (antihipertensivos, alcohol, antidepresivos, etc.) o incluso determinadas intervenciones quirúrgicas, en la mayor parte de las disfunciones los factores psicológicos resultan fundamentales y juegan un papel mucho más importante.

Entre los factores psicológicos que están presentes en la mayoría de las disfunciones sexuales destacar:

  • Inadecuada educación sexual con creencias erróneas sobre lo que es o debe ser la sexualidad, que determinará cómo actuar en las relaciones sexuales y facilitará la aparición de sentimientos de miedo o ansiedad.
  • Presencia de ansiedad asociada a las relaciones o interacciones sexuales, derivada de causas como una educación sexual inadecuada, miedo o anticipación de fracaso, sentimientos de culpa, vergüenza o experiencias anteriores traumáticas.
  • Falta de habilidades y conocimientos sobre el desarrollo sexual propio o de la pareja, y por tanto, falta de conductas adecuadas para lograr una interacción sexual satisfactoria.
  • Adoptar el “rol de espectador” en la relación, es decir, que la persona esté más atenta a sus propios cambios fisiológicos o los de la pareja que a disfrutar de la relación, lo cual provoca el bloqueo de la respuesta sexual.
  • Interferencia de pensamientos irrelevantes a la actividad sexual que repercuten negativamente en su desarrollo.
  • Fallos en la comunicación de la pareja, dentro y fuera del ámbito sexual.

Además, otras posibles causas que pueden estar ligadas al origen o mantenimientos de las disfunciones sexuales pueden ser el sufrir otros trastornos como depresión o ansiedad, el estar pasando por una situación de estrés, la existencia de problemas en la relación de pareja, determinados rasgos de personalidad como el control excesivo o la baja autoestima, o el haber padecido experiencias sexuales traumáticas.

¿En qué consiste la terapia sexual?

En nuestra consulta abordamos los problemas sexuales con terapia cognitivo conductual por tratarse de un tratamiento con buenos resultados y elevada eficacia en este tipo de trastornos, adaptando siempre la intervención al tipo de disfunción y a las peculiaridades de cada relación.

El objetivo fundamental de la terapia psicológica en los problemas sexuales es recuperar el bienestar y la satisfacción sexual de ambos miembros de la pareja. En este estado personal de satisfacción influye notablemente cómo se percibe, se implica y se evalúa su actividad sexual.

Siempre que sea posible es aconsejable que en la terapia sexual se impliquen ambos miembros de la pareja. La terapia comienza con la evaluación del problema, que permitirá identificar qué factores han facilitado o mantienen el problema y servirá para plantear una terapia específica para cada pareja.

La intervención propiamente dicha suele iniciarse con la facilitación de información adecuada acerca de la sexualidad, la modificación de creencias erróneas, y el cambio de determinadas actitudes negativas hacia otras más positivas.

A través de indicaciones y técnicas específicas se reducirá la ansiedad asociada a la relación sexual, se modificarán pensamientos distorsionados que dificultan las relaciones, se reducirán las exigencias de rendimiento, se mejorará la comunicación personal y sexual de la pareja, y se avanzará en el conocimiento sexual mutuo. Los objetivos estrictamente sexuales se abordarán a través de programas y técnicas específicas para las diferentes disfunciones sexuales.

Además se tratarán otro tipo de alteraciones psicológicas que pudieran estar relacionados con los problemas sexuales, como pudieran ser problemas psicopatológicos (ansiedad, depresión, etc.), rasgos de personalidad, o problemas relacionales como miedo a la intimidad o la rivalidad mantenida entre la pareja.

Si desea consultar o abordar este tipo de problemas sexuales puede ponerse en contacto con nuestra consulta de psicología

Psicóloga Cognitivo-Conductual con amplia experiencia en problemas relacionados con la sexualidad.

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